lunes, 22 de junio de 2009

LA MARA FIVE.....

Hace poco conocí a Prado en el gimnasio Zar Doz, por su puesto de la ZONA 5 y ahí pudimos constatar que yo era ese TATO, del que alguna vez se habla en estas historias tan amenas, de esa manera aquel me hizo la invitación para escribir algo aqui en este espacio, lo que me pareció una buena idea, de tal manera decidí visitar nuevamente el sitio y encontrarme con una historia ya conocida y con la observación que el blog no es "mara Cinco" como yo creía, sino que "mara five" al leer esto viene a mi mente los inicios de la popular, famosa y temida - MARA FIVE -

Le comenté a Prado sobre estos recuerdos y le decia que no muy comparto la idea de que esto se le llame Mara Five tambien, tomando en cuenta que muchos vecinos de la zona 5, no siempre apoyaron a la mara, incluso en aquellos años (principios de los 80's) habian algunos jovenes sobre sus primeros 20 años de vida, que ahora tendran hijos adolescentes, que siempre han sido vecinos de la zona 5, pero nunca se consideraron de la MARA FIVE.

De lo poco que puedo recordar, en esos gloriosos años comenzaron los famosos "toques" en la zona 5 todos los domingos alla en la CABAÑA, 39 Ave. entre 22 y 23 calle, con Machine y alla en el SALON PARROQUIAL de la Iglesia Santa Ana, con Music Disco de Chiqui, así pasaban los domingos, reuniendonse todos en esos lugares para bailar y ver a los que mejor lo hacian, en los buenazos retos que se daban, del disco y del break.

Chiqui de la Music Disco, se aventuró a salir de las fronteras de la zona 5 y se llevó los toques alla al Salón Tívoli de la zona 1 y al rato, Tono Machine se llevo su discoteca al salón de la policía de la zona 6 y con esto, los otros jovenes rebeldes de las zonas invadidas sintieron la presión y la amenaza de un grupo ajeno al de ellos y se iniciaron las primeras "broncas" entre maras, pero se necesitó la voz de un lider para unificar a todas "las maritas de la zona 5" ya que aqui estaban divididos en los de La Palmita, de La Chácara, Santa Ana, los del Hoyo, del Edén y otros mas, que no los tengo muy claro ahora, pero al salir de la zona 5 todos con una misma bandera "MARA FIVE" fueron a marcar territorio fuera de estas fronteras.

Al hablar de MARA FIVE, llegan a la mente nombres (apodos mejor dicho) que hicieron el inicio de la historia, algunos de ellos son: nabo, pachuli, calaca, mango, gorila, bam bam, tomate, teban, mudo, muerto, negro, moustro, moroco y muchos muchos mas, que no podria recordarlos.

En fin, todos los que leemos estas lineas somos vecinos de esta famosa zona, pero a mi criterio se que hay tanta gente que nacio justo en el seno de la zona de la ciudad olimpica y nunca pertenecieron y ni les intereso pertenecer a la mara five, con mucho orgullo dicen de que zona son, pero eso no los clasifica automaticamente miembros de esa MARA.

Espero no herir suceptibilidades y ofender a nadie, solo necesitaba hacer esta aclaración, antes de aceptar de lleno la invitación para participar aqui en este blog y compartir con todos, la historias de la zona 5, que en mi caso ya son casi 40 años de biblioteca para tomar algo y sacarlo al publico

miércoles, 10 de junio de 2009

Adán vive en la zona 5


Fui a dejar a Doña Mary a su casa. Era un lunes por la tarde y hacía calor. En la treinta y cinco avenida de la zona cinco, cerca de la veinte calle, de entre los talleres de mecánica llenos de grasa, evadiendo también al zapatero que luchaba contra el pegamento y su olor penetrante, salió un hombre desnudo. Era un tipo viejo, blanco, delgado, con barba. Doña Mary en vez de asombrarse lo vio y me dijo: ese señor siempre anda desnudo porque está loco. Anda diciendo que es un ángel y que Dios le llevó consigo y por eso ya no usa ropa. La gente lo veía como si nada. Y él caminaba hacia el sector más transitado. Doña Mary se bajó del carro y entró a su casa, mientras el tipo desnudo pasaba entre el auto y su puerta, ambos sin verse ni un instante. Me fui de allí cuando Doña Mary cerró su puerta.

Días más tarde, me encontré a Doña Mary y le pregunté por el tipo desnudo. Ella me contó que habían llamado a la policía, como las otras veces, y que había llegado una patrulla. Los policías le pusieron una camisa y un pantalón. La camisa, se la amarron al cuerpo con unos lazos. El pantalón se lo pusieron al revés para que no pudiera quitárselo. Pero el tipo al rato, andaba otra vez desnudo. Entró la noche y siguió así. Hasta que lo apedrearon. Se supone que fue alguien asustado por encontrárselo en medio de la oscuridad. O simplemente fueron ganas de joder. Lo cierto es, que en este edén de calles con casas pintadas de colores pastel, al borde del barranco donde nace el primer gran asentamiento de la ciudad, un tipo cree que ese es su paraíso. Donde se pasea desnudo, a los ojos de su Dios.