jueves, 12 de marzo de 2009

Zona 5: El Profe y el Chato

Durante la primaria abordé todos los días la misma camioneta 3 a las 6:00 am, tiempos aciagos donde no me permitían dormir. Durante esa cantida de tiempo como que controlás la gente que utiliza el servicio a las mismas horas y de alguna manera sentís que vas más seguro pues hay gente conocida. Una de esas personas era un profesor de matemáticas que según mi papá llevaba varios años dedicándose a eso. Todas esas semanas lo mirábamos con mi hermano menor al menos una o dos veces, siempre se subía en la 34 avenida de la zona 5.
Cambié de escuela, horario de estudio etc y jamás lo volví a ver. De un año para acá, volví a utilizar la misma ruta 3, siempre temprano por la mañana. Me he vuelto a encontrar a este profesor pero el tiempo hizo estragos en él. El pelo más blanco, mucho más blanco, lo reconocí pero el encontrarlo no me causo ningún sentimiento, es aquello que tu vida sigue igual. Total que hace dos semanas subí a la camioneta que me lleva a la zona cinco, sobre la 10ª avenida y 8ª. calle. Ahí me encontré al profesor, con el mimos atuendo de siempre, camisa a cuadros, suéter planchado, pantalón formal. Impecable pero con señales de que en años no se han lavados esas prendas.
Soy el menos indicado para defender gente, siempre juzgo a diestra y siniestra. Sobre todo a los profesores. En fin. Lo reconozco pero me llama la atención ver que en realidad el profe, lo que está haciendo es pidiendo limosna. Se acerca a la gente, extiende su mano y dice “¡Me da un quetzal!”.
No sé, en realidad no fue que me haya sentido mal, simplemente me sorprendió. Que más se necesita para no terminar en la calle, un trabajo honrado, hijos que te cuiden en la vejez, no lo sé lo cierto es que no lo he vuelto a ver. Y solo me generan dudas cuanto te acercás a esa edad.

El chato es otro caso. Desde hace 20 años he tenido la desventaja de tener a mi vecindad una tienda. Es una mierda en realidad. La cantidad de gente que pasa frente a la casa es demasiada, por lo general dejan la basura tirada frente a mi casa entre otras cosas. Lo peor sucede los domingos. Ese día la selección de fut de la Ferrocarrilera compuesta por jugadores del asentamiento de los alrededores después de jugar va a celebrar la victoria, empate o perdida a esta puta tienda. Todos los domingo escuchan su maldita música, hablan de sus putos temas y se ponen a verga. Eso incluye orinar en las paredes de mi casa entro otras cosas, pero que le vamos hacer, así son los chapines a la tortrix.
Uno de todos esos bastardos es el Chato. Con lentes, chaparró, piel morena casi blanca y malo para chupar. Hijo de una tortillera pasa la vida entre el campo de fut, las tortillas de su mamá y de cacha en el trabajo que se le ponga enfrente. Y bueno, a él le iba mejor con las mujeres lo reconozco. Bueno, a cualquiera le ha ido mejor con las mujeres. Total que conoce a esta mujer, tiene un noviazgo etc y deciden vivir juntos. Pasa el tiempo y el chato y sus amigos no regresan a hacerme de la vida una mierda los domingos. A bueno, he de decir que mucho tiempo después, ya de mayor llamé a la policía un par de veces para que esos mierdas fueran a chingar a otro lado. Y mi empresa fue un éxito.

Total que hace unos día me entero que el chato, harto de su vida de casado, arremete contra su esposa y la mata. El chato enviuda por mano propia, mata a su mujer y huye. Una semana después (el domingo pasado) la policía lo va a traer a la casa de su mamá. La familia de la difunta no lo quiere preso... lo quiere en sus manos.

5 comentarios:

  1. Y vós?
    Y yo?

    ¿Qué nos depara el tiempo?

    Saludos.

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  2. Imagínate que todavía estuviésemos funcionando bajo un sistema de vendetta como la aplicada en los tiempos germánicos....estaríamos con una justicia repartida y descentralizada, pero más importante que todo eso Con JUSTICIA.

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  3. eres de las mías.

    ya luego te expondré mi idea de usar el Mateo Flores como un Coliseo para una lucha encarnizada entre las maras.

    En fin.

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  4. Puchicas vos Lester.

    Te mandas contando historias.

    Ya vas sonando como Leonel, el jefe de grupo scout No. 35, me imagino que no te has olvidado de él.

    Pero no te creas tanto que te pones chichudo.

    Que gusto saber de vos.

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  5. Hola compañero, aqui te saluda uno mas de los futbolistas que anbulaba cerca de tu casa los domingos, he dado lectura a tus historias y me gustaria saber un poco mas del tal Chato, yo sali de Guatemala hace como 2 años atras y no recuerdo quien era el. Saludos Hugo López

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diga, sin pena.